“NO TODO CAMBIA”

POR Fede Ahunchain

28 December 2019

En cuanto llegué me serví un café y me senté en mi escritorio para respirar hondo y agarrar confianza.

Nunca me voy a olvidar de mi primer mañana en una agencia de publicidad. Tenía apenas 17 años y estaba cagado de miedo.

De allá para acá la única constante en esta aventura ha sido el cambio.

Cambié de Euro a Lowe, de Lowe a DDB, de DDB a BBDO, a representar a JWT en toda una región y de ahí a entender que las convicciones pueden pesar más que una red a la hora de hacer un buen trabajo.

Cambié de país, después de continente y después entendí que desde donde estuviera podía trabajar con y para cualquier parte del mundo.

Cambié de ser un guacho rebelde que amaba las ideas a entender que este es un negocio donde lo más importante es entender a la gente y sus vínculos con nuestras marcas.

Cambiaron las reglas, los medios, las formas de comunicarnos, la tecnología de la inmediatez nos llevó puestos como industria y como personas.

Seamos honestos, cambiaron cosas que nos tardamos demasiado en entender como usar a nuestro favor.

Cambió la importancia y la percepción de los premios, los festivales a los que queremos ir, la decoración de nuestras oficinas, los nombres de nuestros puestos y hasta cambió la manera en la que la gente te mira cuando le decís que trabajas en publicidad… ya no somos vistos como los rockeros con los que todos se querían juntar.

La esencia de nuestra industria está vinculada a entender el cambio como una condición, a entender que nuestros modelos se volverán obsoletos por más innovadores que parezcan. Que el único camino que tenemos es cambiar al ritmo del mundo, todos los días.

Estar abiertos todo el tiempo a dejar atrás todo lo que nos costó mucho construir y que nos hace sentir tanto orgullo, sin dudas, sin miedo.

Sin embargo, mientras escribo esto para ustedes, busco un café, veo a un chico redactor entrando por primera vez a la oficina y me doy cuenta que hay cosas que no van a cambian nunca.

Que la data y la tecnología siempre nos necesitará más a nosotros que nosotros a ellas.

Que tenemos que conocer las recetas, solo para poder romperlas. Hay que arriesgarse porque tener huevos y tomar riesgos es la única manera de hacer algo nuevo o diferente.

Que la honestidad debe ser un activo no negociable para cualquier empresa y ser humano, pero además, que esa honestidad es la que hace que nuestro trabajo conecte de verdad.

Que en nuestro negocio el dinero tiene que ser una consecuencia, no un fin. (traducción: las decisiones más importantes en nuestras empresas o sus grupos no pueden ser tomadas por hombres de negocios o financieros)

Que la experiencia importa y mucho… que aunque hayas nacido con un celular con google en la mano seguro tenés mucho que aprenderle a los que llevan más tiempo haciendo esto.

Que por encima de todo somos artesanos, que trabajamos con las emociones y nuestra alma debe aparecer en cada cosa que hacemos.

Que este es un oficio de optimistas como decía mi amigo Mou, o de fe como dice mi amigo Martín, y que por más ateos que seamos hay que dejar que el amor y la magia nos muevan en gran parte del viaje.

Que los medios son solo los medios. Que vivimos de crear emociones, experiencias y relaciones por todos los medios y a pesar de los medios.

Que desde nuestro lugar podemos ser factores de cambio, y que el gran poder de los creadores y comunicadores masivos como nosotros… debería venir siempre de la mano de una gran responsabilidad.

Finalmente, que el nuestro es uno de los mejores trabajos del mundo; eso tampoco cambia.

Quizás en todo esto que no cambia está la clave del gran dilema con el que andamos todos… en Londres, en USA, en Argentina, Uruguay o Guatemala.

Quizás tenemos que aferrarnos con más fuerza que nunca a esto, a lo que nunca va a cambiar y dejar el modo víctima, dejar de poner excusas, y en vez de eso… pensar más en cómo hacer un mejor trabajo, y así… poder cobrarlo mejor también sin tanto drama.


+++++ #RocktheTalk .2019. [email protected]